Entender qué son los sistemas automáticos y cómo sus componentes trabajan juntos para realizar tareas sin intervención humana.
Un sistema automático es un conjunto de dispositivos que trabajan de manera conjunta para realizar tareas sin necesidad de intervención humana directa.
Características principales:
Operan de forma autónoma.
Utilizan sensores, controladores y actuadores para ejecutar tareas.
Pueden realizar tareas repetitivas, precisas y eficientes.
Componentes de un sistema automático:
Sensores que detectan cambios en el entorno.
Ejemplo: Un sensor de movimiento en una puerta automática detecta cuando alguien se acerca.
Un controlador toma decisiones basándose en los datos proporcionados por los sensores.
Ejemplo: La lógica de control decide si la puerta debe abrirse o no.
Actuadores que ejecutan la acción determinada por el controlador.
Ejemplo: Un motor que abre o cierra la puerta.
Ejemplos de sistemas automáticos:
Semáforos inteligentes que cambian según el flujo vehicular.
Aspiradoras robot que limpian según el nivel de suciedad.
Sistemas de riego automático que funcionan según la humedad del suelo.
Identificar componentes de un sistema automático.
Observar las siguientes imagenes de sistemas automáticos y completa la tabla
Selecciona dos de los sistemas automáticos anteriores y reflexiona sobre la importancia de cada componente y cómo interactúan entre sí.
Diseñar un sistema automático básico
Instrucción:
Por grupos, los estudiantes inventan un sistema automático sencillo para resolver un problema cotidiano (p. ej., un sistema que apague luces automáticamente cuando no hay personas en una habitación).
Paso a paso:
Entrada: Decidir qué sensor utilizarán (sensor de movimiento, de luz, etc.).
Proceso: Determinar qué decisión tomará el sistema.
Salida: Decidir qué hará el sistema (apagar luces, encender una alarma, etc.).
Representación visual:
Dibujar o representar un esquema en el cuaderno mostrando cómo interactúan los componentes (entrada, proceso, salida).